Sin dolor, sin cicatrices y sin mantenimientos complicados. Así funciona la técnica de vanguardia de microtrasplante capilar, llamado FUE. En sólo un día, el paciente es trasplantado para volver a su casa prácticamente sin cuidados. Gradualmente, el pelo empieza a crecer en zonas donde antes había desaparecido.

El procedimiento consiste en la reubicación de cabellos desde un área donante hasta las zonas que se pretenden cubrir. “La técnica FUE utiliza material cada vez más chico, que permite que los pelitos no queden separados y el paciente pueda verse muy natural”, explica el especialista médico cirujano de Hair Recovery, Dr. Maximiliano Pereyra (M.P. 30040).

Es un método que ha mejorado la calidad del trasplante, pero también que cuenta con postoperatorios cortos, sin dolor y prácticamente sin analgésicos. Su predecesora, la técnica FUSS, era menos precisa y necesitaba sutura, por lo que quedaban cicatrices visibles por, al menos, 15 días.

Sin cuidados

Otra de las grandes ventajas del procedimiento es la seguridad del implante. Mujeres y hombres pueden retomar su vida con la certeza de que volverá a recuperar su pelo y este será de larga duración. Por ello, después del trasplante nos enfocamos en cuidar el pelo no trasplantado, para mejorar su calidad y evitar que caiga”, indica el médico.

Además, el especialista de Hair Recovery sostiene que, al siguiente día, uno puede retomar la actividad laboral normalmente y a la semana de la cirugía, ya se pueden realizar actividades deportivas.  Al mes, la persona vuelve a realizar una vida absolutamente normal.

“Los pelitos empiezan a crecer entre el segundo y tercer mes, pero el pico máximo se da entre los seis y nueve meses, esto quiere decir que más del 80% de los implantes ya habrán crecido para esa época”, afirma Pereyra.

Consultado sobre la efectividad del tratamiento, el médico asegura que no hay rechazo del pelo, por tratarse del cabello del propio paciente: “El pelo, en las condiciones de protocolo que trabajamos en Hair Recovery tiene una muy alta aceptación de los trasplantes”.

 

 

¿Cómo se realiza?

Al ser una cirugía menor, el paciente sólo recibe anestesia local, por lo que está despierto durante todo el procedimiento. Sin embargo, el primer paso consiste en acordar un diseño personalizado, acorde al marco facial de cada persona y las áreas donde más se necesite.

“Una vez consensuado el diseño, pasamos a aplicar anestesia local, como si fuera odontológica, y ahí realizamos micro incisiones por centímetro cuadrado con instrumental sumamente delicado, que es lo que nos va a dar la futura densidad capilar”, detalla el cirujano. Es decir, lo que permitirá poner pelos muy juntos para lograr naturalidad.

Posteriormente se realizan las extracciones, donde se elige qué unidades foliculares usar, se clasifican, se seleccionan y se conservan. Finalmente, se implanta pelo por pelo, “como si fuera un plantín”.

 

 

Acudir a la consulta

El trasplante capilar cuenta con una evaluación previa del paciente, teniendo en cuenta la edad y las patologías de base. Los especialistas aclaran que pueden realizarlo todas las personas, de todas las edades. “Tengo pacientes de 80 años, aunque la edad promedio es de entre 35 a 50 años” aclara Pereyra. 

A diferencia de las técnicas anteriores, el método FUE no deja cicatrices lineales y es ideal para todos aquellos que tenían algún temor o duda respecto al procedimiento. La técnica FUE no utiliza bisturíes, no hay puntos, cortes o suturas y ofrece grandes resultados tanto en hombres como en mujeres.